Las reformas llevadas a cabo cuentan con la “disconformidad absoluta” de 315 viviendas de vecinos colindantes que han visto cómo tras las obras la calle presenta un estado peor del que tenía.
Este verano la calle Santa Rosa fue remodelada por el Equipo de Gobierno. Las obras y su resultado, que costaron más de medio millón de euros a las arcas públicas, no convencen a cientos de vecinos de la zona, que se han unido para hacer una denuncia pública del hecho.
Desde el principio, los residentes muestran sorpresa ante la premura de la citación para la presentación del proyecto: el administrador fue convocado con menos de una hora de antelación, por lo que la posibilidad de presentar alegaciones quedaba anulada, hecho que desde las Juntas Directivas de los edificios interpretan como interés en que no las hubiera.
Además, lamentan que han pasado de tener “unos aparcamientos fáciles y amplios” a unos que cuentan con un metro menos de espacio, que los vuelve poco aptos para aparcar o para salir de los mismos. De ese modo, si aparcase un vehículo de cinco metros (como ya son muchos en el mercado) ocuparía medio metro de la banda de rodadura. El caso no mejora si hablamos de los aparcamientos en hilera: la anchura es menor a dos metros, y son ya muchos los coches que superan este ancho (por no hablar de furgonetas, berlinas, etc).
En un intento por mejorar este desastre, tras ponerse en contacto con el Concejal de Infraestructuras consiguieron que modificaran las esquinas ya terminadas, dándoles forma oblicua que, aunque facilita algo el aparcamiento, sigue siendo insuficiente.
Por último, una de sus grandes preocupaciones es la delicada situación que podría darse en el caso de que tuvieran que actuar los servicios de emergencia, ya que si la maniobra con un utilitario es complicada, mucho peor puede llegar a ser para un camión de bomberos o una ambulancia.