Durante la pasada semana pudo observarse en distintas zonas de la ciudad cómo la basura se acumulaba en los contenedores, dando una imagen deplorable de Fuengirola en pleno verano.

Desde hace unos días, quienes hayan dado un paseo vespertino o nocturno por las calles de Fuengirola se han encontrado con un desagradable protagonista: bolsas y bolsas de desperdicio orgánico acumuladas alrededor de los contenedores, que se encontraban a rebosar.
Este hecho puede escudarse en el exceso de población que se da en verano, pero lo cierto es que es una imagen que se ha repetido hasta en los barrios más periféricos, donde el número de residentes no varía en estas fechas.
A la nefasta imagen proyectada de Fuengirola, cuyo motor principal es el turismo, hay que añadir la peligrosidad de una situación insalubre: desechos orgánicos que, unidos a las altas temperaturas que vivimos esta canícula y la humedad, suponen una bomba de relojería.
“El Equipo de Gobierno no puede permitir que esta clase de situaciones se den, y menos todavía a principios de agosto, que es cuando Fuengirola recibe una de sus grandes oleadas de visitantes. Ya no solo por la imagen proyectada, sino por la salud de todas y todos los que queremos disfrutar de nuestra ciudad sin poner en riesgo nuestra integridad” asegura el portavoz del Grupo Municipal Socialista, José Manuel Serrato.